Cocinar, servir y atender ES UN ARTE… y no todos podemos decir que en nuestro establecimiento destaquemos por nuestro arte.
Cada vez que abrimos un restaurante, un bar tenemos una gran oportunidad y un gran reto, captar la atención de los clientes en un sector cambiante y heterogéneo.
Para ello no basta tener las grandes riquezas culinarias que nos da nuestra tierra, nuestra simpatía, debemos ir mas allá. Debemos buscar la excelencia profesional y una herramienta imprescindible para ello es, la Inteligencia Emocional.
La Inteligencia Emocional agrupa al conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de nuestros clientes, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.
Dejemos de lado nuestro narcisismo habilidades empáticas, y busquemos las emociones gastronómicas que hacen que la fidelidad de nuestros clientes y la excelencia del servicio sean nuestra gran marca diferenciadora.
Nuestro trabajo como Mysterious customer es fruto de muchas visitas y experiencia vividas en restaurantes y establecimiento donde hemos ido recopilando comportamientos y actitudes que nos alejan de esta excelencia que todos vamos buscando, como imagen que queremos trasladar hacia el cliente deseado. Cocinar se presupone, pero, ¿somos creativos a la hora de atraer clientes a nuestro establecimiento?, ¿sabemos cuáles son las necesidades insatisfechas, que harán que nos diferenciemos del resto?.